El negro dice haber pasado por la universidad y no haber terminado porque su mujer quedó embarazada, pero de su paso por los claustros recuerda un ejercicio que les hizo hacer un profesor de filosofía que consistía en hacer la lista que de las cosas que cada uno quería hacer antes de morir. Ahora sólo hace falta que el millonario compre la idea y lo convenza a su compañero de cuarto de salir al mundo para hacer esas cosas, en lugar de quedarse a morir de manera lastimosa en una cama de hospital.
La historia se hace mucho más llevadera si se consiguen dos actores de la talla de Jack Nicholson y de Morgan Freeman, y por supuesto, a cada uno de ellos se les da un momento de lucimiento. Pero además, la película logra transmitir alguna especie de leve enseñanza de vida para recibir la muerte; claro, la mayoría de los espectadores no tienen jet privado para ir de Paris al Himalaya, pero ya sabemos que lo que importa son las cosas simples de la vida.
Antes de partir no es un película tramposa porque ya desde su planteo inicial es un gigantesco golpe bajo, funciona más o menos bien mientras los enfermos terminales salen por el mundo a completar su lista pero se vuelve previsible cuando llega el momento de la morfina y del último adiós.
Nicholson y Freeman son efectivos pero estas cosas las hacen de taquito, el director Rob Reiner tuvo tiempos mejores pero nadie se mantiene joven y lúcido toda la vida, así que mejor ver Cuando Harry conoció a Sally, Spinal Tap o Misery en TV.
Hay golpes bajos, cómo no, de hecho todo la película se asienta en ese terreno. Y aun así, funciona.
Puntaje.
Historia :5
Actuaciones :9
Entretenimiento:8
Sexo:0.5
