Será un hilo largo, con muchas medidas y representa mi particular forma de pensar sobre cómo se debe abordar el "tuneo" de una caja comercial. Evidentemente no tiene nada que ver con un mero cambio de los condensadores de serie por otros más pijos, que es el típico retoque que se ve de vez en cuando y que no vale para nada.
Primero unas fotos y unos comentarios sobre la construccción.
Antes de abrirlas en canal, dan el pego.

Panel frontal retirado. Empiezan a verse los recortes de presupuesto para ajustar el precio, el reflex es de cartón, algo bastante habitual. El tweeter a pesar de su tamaño, es lo mejor de la caja, es una cúpula de 1" con imán de neodinio, sin cámara, es un OEM primo hermano del Dayton ND28F. El woofer es bastante más flojito a pesar de ser un driver "exclusivo" de la marca, el imán pequeño ya da una pista de lo que veremos al medirlo.

Por cierto, los cables...creo recordar que en la publicidad se decía que eran Monster "audiophile grade" o alguna otra pollada similar. Fijaos en qué se convierten los Monster al llegar al tweeter. No tiene mayor importancia en el resultado final (la longitud es corta como para generar gran resistencia eléctrica), de hecho no los he cambiado. Nada que unos buenos cables de 300 euros fuera de la caja no con sigan arreglar


El interior de la caja, sin refuerzos y sin absorbentes. Bueno miento, hay un trozo de guata literalmente flotando en el interior. Eso sí, llevan una segunda cámara en la base para rellenar con arena y así mejorar los graves. Otra leyenda audiófila, que no sirve para nada. En este caso los problemas en graves son inherentes al diseño.

Y un par de fotos del woofer Wharfedale. Viendo la serie 9 y la 10, estoy casi seguro de que debe ser prácticamente el mismo:


En resumen, lo habitual en esta gama baja de las marcas. Fácil de superar sin gastar más por cualquier humita, con mejores materiales, construcción y drivers.
Mañana sigo.
Pablo.