Sam Mendes. Revolutionary Road.
Sam Mendes. Revolutionary Road.
El veneno de lo cotidiano.
Hace una semana alquilé Revolutionary Road y me gustó mucho. Ni siquiera sabía que era de Sam mendes cuando la alquilé. Sólo al final de la película observé en los créditos al director de American Beauty y todo me cuadró.
Cuando ví American Beauty me pareció demoledora. La película desmontaba, o más bien desvelaba, la fragilidad de los lazos y relaciones personales en una sociedad como la norteamericana. A lo largo de toda la película, y partiendo de una supuesta familia típica norteamericana, se va mostrando –casi demostrando- que pequeñas alteraciones, “anomalías” inducidas en ese estatus comportaba el colapso del sistema, y se producía la aparición, una tras otra , de situaciones interesantes y a la vez desastrosas que culminan con el asesinato del protagonista.
Era difícil hacer otra película con la misma tesis y la misma carga crítica (tremenda) hacia el “American Way of Life” que ésta. Pero Mendes lo vuelve a hacer con Revolutionary Road, trasladándose a la Norteamérica de los 50. Parecería que va detrás de conseguir una trilogía.
Las películas de este hombre funcionan como un discreto veneno que se inocula poco a poco, que va calando y que desvela la peor cara de las relaciones sociales, de su falsedad y de su incapacidad para conformar una sociedad equilibrada.
Esto lo hacen muchos o lo han intentado muchos con sus películas. Pero lo mejor de Sam Mendes, lo que lo diferencia, es cómo lo hace. Sin recurrir a situaciones drásticas o espectaculares. Lo hace a través de lo cotidiano, de las pequeñas acciones que articulan nuestra vida, para llegar a desmontar ese orden mayor social, establecido e inestable, en el que están basadas y de donde parten.
En Revolutionary Road, se recurre a la normalidad mortecina y antisocial que resultó de un modo de vivir que por aquellos tiempos empezó a conformarse (que hoy sigue imperando por allí) y que en muchas partes del mundo se sigue hoy importando como símbolo de progreso: la vida en casas dispersas en urbanizaciones infinitas y desconectadas. Un fatal invento que no sólo ha resultado totalmente insostenible desde el lado de la ecología (recordemos que los dos modos urbanísticos mas insostenibles son los que caracterizan precisamente la ciudad americana, el rascacielos –loop- por un lado y la urbanización dispersa a discreción por otro), sino además socialmente. Algo que se vendió como modo de vida en la postguerra (y que alcanzó su cúlmen de sofisticación en las Study Houses de California) y que lo que consiguió es la alienación de la mujer recluida en esa isla de soledad cuando ésta aún no trabajaba y la alienación de los dos, hombre y mujer respecto a su hogar cuando los dos ya lo hacían. Además de la insalvable recurrencia al automóvil, por duplicado, al gasto de energía, de tiempo, y todo lo que conlleva una vida así, el apalancamiento, la pérdida de lazos familiares, la casi inexistencia de amigos, la soledad, etc.
Demoledora sobre todo la última escena de la película que no desvelaré. Aparentemente inocua, sin importancia, pero brutal. La imagen misma de la soledad. Una imagen que resume perfectamente ese manera de mostrar las cosas, ese veneno de lo cotidiano, el modo de hacer propio de Sam Mendes.
Un saludo
Hace una semana alquilé Revolutionary Road y me gustó mucho. Ni siquiera sabía que era de Sam mendes cuando la alquilé. Sólo al final de la película observé en los créditos al director de American Beauty y todo me cuadró.
Cuando ví American Beauty me pareció demoledora. La película desmontaba, o más bien desvelaba, la fragilidad de los lazos y relaciones personales en una sociedad como la norteamericana. A lo largo de toda la película, y partiendo de una supuesta familia típica norteamericana, se va mostrando –casi demostrando- que pequeñas alteraciones, “anomalías” inducidas en ese estatus comportaba el colapso del sistema, y se producía la aparición, una tras otra , de situaciones interesantes y a la vez desastrosas que culminan con el asesinato del protagonista.
Era difícil hacer otra película con la misma tesis y la misma carga crítica (tremenda) hacia el “American Way of Life” que ésta. Pero Mendes lo vuelve a hacer con Revolutionary Road, trasladándose a la Norteamérica de los 50. Parecería que va detrás de conseguir una trilogía.
Las películas de este hombre funcionan como un discreto veneno que se inocula poco a poco, que va calando y que desvela la peor cara de las relaciones sociales, de su falsedad y de su incapacidad para conformar una sociedad equilibrada.
Esto lo hacen muchos o lo han intentado muchos con sus películas. Pero lo mejor de Sam Mendes, lo que lo diferencia, es cómo lo hace. Sin recurrir a situaciones drásticas o espectaculares. Lo hace a través de lo cotidiano, de las pequeñas acciones que articulan nuestra vida, para llegar a desmontar ese orden mayor social, establecido e inestable, en el que están basadas y de donde parten.
En Revolutionary Road, se recurre a la normalidad mortecina y antisocial que resultó de un modo de vivir que por aquellos tiempos empezó a conformarse (que hoy sigue imperando por allí) y que en muchas partes del mundo se sigue hoy importando como símbolo de progreso: la vida en casas dispersas en urbanizaciones infinitas y desconectadas. Un fatal invento que no sólo ha resultado totalmente insostenible desde el lado de la ecología (recordemos que los dos modos urbanísticos mas insostenibles son los que caracterizan precisamente la ciudad americana, el rascacielos –loop- por un lado y la urbanización dispersa a discreción por otro), sino además socialmente. Algo que se vendió como modo de vida en la postguerra (y que alcanzó su cúlmen de sofisticación en las Study Houses de California) y que lo que consiguió es la alienación de la mujer recluida en esa isla de soledad cuando ésta aún no trabajaba y la alienación de los dos, hombre y mujer respecto a su hogar cuando los dos ya lo hacían. Además de la insalvable recurrencia al automóvil, por duplicado, al gasto de energía, de tiempo, y todo lo que conlleva una vida así, el apalancamiento, la pérdida de lazos familiares, la casi inexistencia de amigos, la soledad, etc.
Demoledora sobre todo la última escena de la película que no desvelaré. Aparentemente inocua, sin importancia, pero brutal. La imagen misma de la soledad. Una imagen que resume perfectamente ese manera de mostrar las cosas, ese veneno de lo cotidiano, el modo de hacer propio de Sam Mendes.
Un saludo
estupenda crítica y reflexión
pero neemo te va a crujir por no poner el cartelito

http://www.filmaffinity.com/es/film162304.html

pero neemo te va a crujir por no poner el cartelito


http://www.filmaffinity.com/es/film162304.html
"quod gratis asseritur, gratis negatur"
- Ceregumino
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- Registrado: Lun 03 Mar 2008 , 21:44
- Ubicación: Málaga, El Sur
te lo había puesto, pero se jodióNEEMO escribió:Sr Adriano: podría UD. ilustrarnos con un pequeño "aprouch" gráfico, solo para ubicarla en la tienda de confianza. Disculpe y gracias.

abundando en la que apunta zinerman, hay otra que toca el tema de la soledad de las esposas, "las horas"

http://www.imdb.com/title/tt0274558/
ya te has comprado el Bluray para verla??NEEMO escribió:CUS CUS, la re hostia!!!!!! buenísima!!!!!, perdón por el Topic Off.
qué te pareció el bailecito del final??
ten cuidado no te conviertas en un gafapasta

"quod gratis asseritur, gratis negatur"
Soy medio gafapastas y medio bruto. Un coctell, ves aquí no se como se escribe (y tampoco los acentos de se y como[un desastre]), soy procliBe a los desaguiZados rotundos.
Me puso muy nervioso ese pobre hombre corriendo por su ciclomotor, mientras su familia "hacía tiempo" para arreglar lo que no se podía. La actriz bailarina, extraordinaria, lo digo como actriz, ya que su figura no me atrajo sexualmente, las prefiero feas y cojas en lo posible. Un films imperdible para los no Andreu, cinematograficamente hablando. Digamos que es recomendable para Adriano y Enrique, entre otros.
A la pareja de Titanic la tenía en esta nueva entrega, pero por el afiche pasé de largo, ahora, cambia la cosa y por vuestra recomendación, a por ella.
Las HORAS, la vi y me conmovió. Ed Harris tirándose por la ventana, una belleza de golpe en el asfalto. La insoportable Kidman como V. Wolf, imperdible, de la Streep, solvente como siempre, y la Moore en la cama esperando morir, como para acompañarla.
El cine es bello, y no hay nada que no pueda ver.
¿Vale la pena STALKER de Shustapovich........¡¡qué dije!!!! de Tarkovski, ¿ con "i" o con "y" ? jodeeeeeeerrrrrr.
PD: desásname, es blu o blue RAY? por lo de azul, vistessss. No, no lo compré, con mi XBOX360, me juego todo me veo todo, me escucho todo, me follo todo.
Me puso muy nervioso ese pobre hombre corriendo por su ciclomotor, mientras su familia "hacía tiempo" para arreglar lo que no se podía. La actriz bailarina, extraordinaria, lo digo como actriz, ya que su figura no me atrajo sexualmente, las prefiero feas y cojas en lo posible. Un films imperdible para los no Andreu, cinematograficamente hablando. Digamos que es recomendable para Adriano y Enrique, entre otros.
A la pareja de Titanic la tenía en esta nueva entrega, pero por el afiche pasé de largo, ahora, cambia la cosa y por vuestra recomendación, a por ella.
Las HORAS, la vi y me conmovió. Ed Harris tirándose por la ventana, una belleza de golpe en el asfalto. La insoportable Kidman como V. Wolf, imperdible, de la Streep, solvente como siempre, y la Moore en la cama esperando morir, como para acompañarla.
El cine es bello, y no hay nada que no pueda ver.
¿Vale la pena STALKER de Shustapovich........¡¡qué dije!!!! de Tarkovski, ¿ con "i" o con "y" ? jodeeeeeeerrrrrr.
PD: desásname, es blu o blue RAY? por lo de azul, vistessss. No, no lo compré, con mi XBOX360, me juego todo me veo todo, me escucho todo, me follo todo.
Estoy contigo, Rubius.rubius escribió:Disiento.
No es para tanto.
He ido a verla por ser de Sam Mendes pero no lo encontré por ningún sitio, menos mal que Di Caprio y Kate salvan la peli ellos solos
Grandes interpretaciones, un guión que promete, pero a medida que avanza la película, el mensaje va perdiendo gas.
Ya lo comenté en el hilo de Los hombres que no amaban a las mujeres. Por ejemplo, la alegoría de la marcha a Paris (genial, por cierto), se queda en el simple hecho físico de irse a Paris

Saludos,
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
- zinerman
- Mensajes: 1487
- Registrado: Dom 08 Jun 2008 , 17:52
- Ubicación: Cerca de la frontera con Portugal
Pues tampoco tiene desperdicio, es un drama erótico con un argumento bastante peculiar pues retrata a un grupo de gente que se excitan (y de que manera) con los accidente de coches.rubius escribió:Esa Crash no la conocía.
Yo mencionaba la de Haggis por lo del critiqueo de la sociedad americana.
Vamos, una sociedad muy particular también.
- Ceregumino
- Mensajes: 1617
- Registrado: Lun 03 Mar 2008 , 21:44
- Ubicación: Málaga, El Sur