Porque las vibraciones sonoras son un suceso existencial que afecta al universo entero en el núcleo mismo de cada átomo.

DE este modo, la música ha sido la pionera en dar a conocer este nuevo tiempo que ya se expresa, transformándose en un ritmo acorde y armónico conforme a la armonía de las esferas. Y comenzando desde aquí, se están extendiendo nuevas pautas que apuntan a reactualizar los viejos patrones y la escala de valores del pasado, llevándonos a profundizar la percepción de la vida mediante la amplitud de nuevos ángulos de visión.

Artistas de diferentes campos también ya han captado estos influjos Cósmicos por lo que han empezado a obrar o a crear sintonizados con esta nueva vibración.

Asimismo ocurre con los profesionales de las distintas ramas de la ciencia, que movidos por estas fuerzas convergen en el mismo punto de expansión por distintos caminos. Investigadores, médicos, también están llegando a este punto, de entregarse totalmente y latir conforme con esta nueva corriente planetaria.

La armonía comienza con sus elementos más pequeños, los sonidos. Unos son sólidos y masculinos, y otros relajados y más femeninos. A partir de estos sonidos aparecen los intervalos y se complementa con sistemas.

En el sistema griego coincide el grado de masculinidad-feminidad de las vocales que se utilizan en el solfeo con el de los sonidos a los que representan. La cualidad ética de cada tipo de sistema vendría dado por los sonidos más relevantes, bien porque sean más numerosos, bien porque cumplen una función estructural.

A partir de los sistemas surgen las armonías, y así sirviéndonos de ellas, aplicando a cada alma una armonía bien por su semejanza bien por su oposición, sacaremos a la luz el éthos vil que esté oculto, se curará y se instalará en ella otro mejor.

Si el éthos es innoble o duro, la persuasión se realizará mediante estados intermedios; si es refinado y valioso, se aumentará esas cualidades.

Pero si el éthos que subyace es oscuro y difícil de diagnosticar, se le aplicará al principio una melodía al azar y si el alma es seducida, hay que detenerse en ella; pero si permanece inmóvil se cambiará hasta lograr el efecto deseado, ya que en función del éthos de cada alma está el de la armonía que se debe utilizar. Música,música.

El vuelo más o menos libre de la música suele estar en consonancia con la construcción personal e intelectual del individuo.

De esa etiqueta se derivan tantas formulaciones estéticas que corresponde al individuo encontrar acomodo entre tantos mensajes con vocación de juicio final. O incluso, puede tratar de hacer volar por los aires cualquier intento de santificación del término. Música, música.
