Jamás he creido que los cables de red pudieran afectar al sonido final de un amplificador, salvo que no fuera por cuestiones de corriente.
Al plantearse el tema entre 3 amigos, les propongo una prueba -no ciega- en el convencimiento de que no llevaban razón es sus planteamientos. A tal efecto, confecciono un cable de red de 1m. con secciones de 10mm. de cobre por cada conductor, blindado y con filtro EM, y con ésto consigo un cable capaz de alimentar una central nuclear.
Inicio la prueba de escucha, sin prisas, repitiendo muchas veces los mismos fragmentos de cortes en donde piensan poder notar diferencias. El cable es un Cardas de unos 400€. A continuación, coloco el mio, y aquí empieza el problema, puesto que no necesito ya opinión alguna de mis amigos azules. !! HAY DIFERENCIAS ¡¡ y bastante palpables. Los graves han dejado de sonar tan contundentes y controlados. El sonido del saxofon ha perdido brillo y armonicos. El tambor que redobla no suena a tambor, parece un tambor de juguete, en la guitarra no se aprecian tan bien las cuerdas bajas, y lo más importante, antes las cajas eran invisibles, el sonido estaba en el aire, y ahora ésa sensación ha cambiado. Sabes de donde viene el sonido, como si se hubieran pegado a las cajas. Y repito, es bastante notable el cambio. Mi cara ya no se me pone colorada cuando me miran. Por último al poner un cable normal, de 3€, los mismos cambios fueron aún más significativos.
Esto me lleva a plantear:
1) A mi entender si se notan los cables de red en el sonido final.


2) No es una cuestión de amperios, corrientes, ni calidad de los enchufes.
3) Se comporta como un filtro de no se que cosa o parametro.
y 4) ¿Debo tomar la pastilla azul?
Espero una ayudita, con vuestra experiencia, para encontrar una explicación a éste caso, pero con buen rollete.
Saludos.