Andreu escribió:Los capitulos los haces demasiados cortos.....venga espabila!! y que sean más largos.....

Es que un año y casi dos meses dan para mucho.
No me he extendido mucho porque tengo algo de curro. Bueno, sigo un poquito más:
Una vez concreté el pago, el vendedor me dijo que tendría unas diligencias previas y que en cuanto pudiera se acercaría a Sidney para hacer el envío. Al cabo de una semana después, me escribió alegándome que en la compañía de transportes le instaron a que buscara unas cajas más adecuadas para tan ingente peso de imanes, cosa que dijo hacer, para lo que se tomó una semana extra. Pasado este tiempo, me respondió nuevamente dándome el “ya está todo OK”. Inmediatamente después del OK, me dijo que en breve saldría de viaje de negocios y que estaría fuera unos 15 días, tiempo después del cual se pondría nuevamente en contacto conmigo para darme más detalles, pero que me despreocupara que el paquete había sido aceptado.
A todas estas, yo ignoraba la compañía elegida, el localizador posible que hubiera y… bueno, información detallada. Como el trato había sido afable y el chico tenía cierta prisa (bueno, nacido en el 54, que en los últimos episodios de la trama Gürtel ATC EBAYERA sabréis como di con tal dato y otros más), pues le dije que esperaría sin problemas a su llegada. Pero esa llegada se eternizó… tanto, que pasado aproximadamente un mes, me dio por comunicarme con él para pedirle información. En aquel entonces el nick como vendedor era alexander7768, y era a través de la opción de correo interno de eBay que nos carteábamos. Para mi sorpresa obtuve respuesta prácticamente 8 horas después de haberle escrito, claro que no fue él (cada vez que sea tajante en este tema, no lo consideréis más allá de una suposición y en absoluto como un hecho seguro), sino una mujer. Ante mi consulta de información sobre el paquete, el envío y demás, me respondió que el vendedor (a partir de ahora, Alex) había salido de viaje de negocios a Norteamérica, y que en breve estaría por la ciudad. Fue muy atenta, me pidió mis datos para buscar alguna factura, albarán o lo que fuera que estuviera referido con mi pedido que, aviso, hice fuera de las fronteras de eBay. Una vez di respuesta a sus preguntas, me dijo que a lo que hacía referencia no figuraba como vendido dentro de las fronteras de eBay, cosa que posteriormente le explicaría tal y como fue. Me respondió nuevamente y me dijo que en cuanto se surtiera de más información, se pondría en contacto conmigo (el trato fue cordial, 100% comercial al estilo de ECI).
Unos dos días después, me respondió dándome un código de albarán en el que figuraba mi nombre y unos códigos de envío, claro que no sabía o no había referencia según ella a qué compañía de transportes se refería. Anoté aquel código para comenzar una aventura gráfica de esas de los videojuegos que gadget que te encuentras por el camino, gadget que te quedas por lo que pueda pasar en el futuro.
Después de mi réplica, pidiéndole más concisión, dejé de tener respuesta por unos diez días. Pasado este tiempo, me respondió esta mujer (quien a la postre actuaba como si fuera más su mujer que una dependienta al uso) quien me hizo saber lo siguiente (aquí comienza lo interesante de la historia, ¡por fin!): al parecer, al marido se le diagnosticó una patología que podría responder a las causas de la por aquel entonces novedosa gripe A, no pudiendo salir de Norteamérica ni él ni unos cuantos pasajeros más con destino Sidney por responder a algunos ingredientes de la enfermedad, dejándolos en una especie de cuarentena. Por sus letras se le veía alterada, y hasta su forma de escribir se había agudizado. Rezumaba nerviosismo en cada letra tecleada.
Le respondí que bueno, vale, que se recuperara, pero que teníamos un negocio entre manos y que había pasado el tiempo y adolecía de información que no me permitía asueto. Después de esto, pasaron unos 10/15 días más sin obtener respuesta, por lo que envié un correo un tanto incisivo, correcto, pero directo, más exigiendo información que pidiéndola pofavó.
Pasó el tiempo y obtuve respuesta, pero en esta ocasión era ya otra persona… entra en escena el tercer participante, un tal Stephen Bartok. En resumen, ya tenemos a Alexander Buzas, Adriana Buzas y a este nuevo jugador, Mr. Bartok.