pptronic escribió:
A mí me ha pasado algo similar con la toma de medida. He tenido muchos problemas porque la señal no era lo suficientemente alta. Al final lo he puesto a un volumen tal que me resonaba todo, dentro y fuera de las cajas. Incluso pensaba que me había cargado algo.
Antes de que a alguien le revienten los tímpanos.
La ecualización que hacemos a partir de la medida por swept logarítmico trabaja con la parte lineal (sin distorsiones por efectos no lineales) de la acústica de sala. Es la más importante.
Y por ser lineal, esta medida es (dentro de un orden) independiente del nivel sonoro emitido. Hay que medir con el volumen aproximadamente al nivel al que escuchamos la música habitualmente. Nunca hay que hacer que el swept suene a niveles brutales, sobre todo si es por problemas de nivel insuficiente de entrada desde el micrófono.
Así que siempre hay que contar con algún sistema de previo de micrófono (incorporado a la tarjeta o, mejor aún, externo) que nos proporcione con tranquilidad nivel de sobra en entrada. De hecho, lo mejor para ajustar una buena medida es poner la ganancia del previo bastante alta (nunca a tope, que tambien puede dar problemas) de forma que al medir el barrido tonal emitido a niveles "razonables", la entrada de micrófono sature.
Una vez que sabemos que somos capaces de medir en saturación dentro de los márgenes de trabajo razonables (volumen emitido más o menos el habitual en escucha musical, ganancia del previo de micrófono alta pero no a tope) basta con bajar el control del previo del micrófono hasta que la medida sea sin clip (saturación). Si el pico queda entre -1 dB-FS y -10 dB-FS es buena. Si la tarjeta de sonido es muy buena, y el LINE IN no satura ni a hostías, se puede ir a picos más bajos, -16 dB-FS incluso. Todos estos valores tomadlos como referencias apróximadas.
Si trabajamos con un previo de micrófono independiente conectado al LINE IN de la tarjeta de sonido, y está tiene un control de nivel de señal por software, hay que dejar este control casi al máximo, y jugar siempre con el control del previo.
La calidad de una tarjeta de sonido se nos muestra más claramente en entrada que en salida. Una tarjeta del montón suele tener una salida relativamente decente pero una entrada con mucho ruido, rizado y recorte en los extremos de la banda de audio. Si hacemos que la entrada trabaje a niveles altos, estos problemas de ruido y distorsiones se pueden aminorar.
A la hora de elegir un previo de micrófono, hay que evitar aquellos con válvulas, de los que dan un coloreo agradable y que se suelen emplear para grabar partes vocales en plena saturación. Una buena solución son estas mesas de mezclas económicas de apenas un par de canales de entrada, siendo uno de ellos, o ambos, capaces de manejar micrófono por entrada XLR y capaces de proporcionar alimentación phantom al micro.
En las tiendas pro (físicas o de internet) hay soluciones de este estilo por unos 50 euros.
Si la toma de micro no se ha podido hacer en las condiciones que acabo de comentar,
puede no ser buena.
Os pongo un ejemplo: mi tarjeta ESI Quatafire 610 es de buena calidad (se le supone y es medible) pero el previo de micro está pensado para grabaciones con microfonía cercana y proporciona poca ganancia para lo que un ECM8000 colocado a 2.5 m del altavoz necesitaría. Además, las entradas de linea y micro trabajan con baja sensibilidad (difíciles de saturar).
En las primeras medidas que hacía, para alcanzar valores de pico decentes, tenía que acabar poniendo el control de nivel del micro a tope. En estás condiciones, el previo deja de ser lineal, y la medida estaba claramente atenuada en graves y la ecualización calculada estaba notablemente mal resuelta.
Y además, está falta de linealidad en graves queda permanente aunque baje la ganancia del máximo. Solo se recupera reseteando la tarjeta.
La medida es la parte crítica de DRC.
Otra recomendación, sacad el micrófono un poco fuera (adelantado) del punto de escucha si este esta dentro de la zona de influencia de un sofa, butaca o similar. El impacto acústico de un sofa no hay que ecualizarlo. No tiene sentido sicoacútisco y solo da lugar a ecualizaciones que no funcionan bien. Se trataría de buscar un punto cercano a la zona de escucha, pero con un cierto margen para disponer de una pequeña zona libre de reflexiones.