Mi informante, amigo personal, vendió en épocas doradas centenares de estos productos. Yo sin saberlo, se me ha destapado una olla llena de anécdotas sobre aquellos años. Hay datos de índole personal que no contaré por razones obvias, pero la vida del responsable de esta marca es digna de una miniserie televisiva.
Corrían los años setenta y Luis Gimelli y Juan J Orga deciden formar una sociedad para dedicarse al caraudio. Primero fue Degavox luego Alfersound y por último Degader.
Por motivos que no explicaré la sociedad se rompe y queda Juan Orga con Degader.
La construcción de las cajas acústicas se realizaba en una fábrica del Parque San Martín en Merlo, aún hoy se pueden contemplar sus “ruinas”. Según mi amigo informante, Juan Orga llegó a amasar una muy respetable fortuna para aquellos tiempos, al punto que viajó a Alemania para recibir una distinción como mayor fabricante de audio. Viaja a Japón donde se contacta con fabricantes locales que le abastecerán de material electrónico para pasa casetes que aquí rotulaba como Degader.
Esto ocurría a fines de los setenta entrando en los ochenta. Circunstancias personales y judiciales hicieron que Juan Orga (propio de una novela) se retirara paulatinamente de la escena y desapareciera como promesa industrial argentina.
Mas allá de consideraciones de extrema calidad, fueron tiempos en que, los que fabricaban trabajaban “in situ”, sin tener Internet, porque no había, y sin inventar “realidades” virtuales como hacen algunos con su fotolog.
Caminando por El Mástil de Merlo, se escucha una música “poderosa” que proviene de una disquería que se dedica a la venta “legal” de CD y todo cuanto le pidas. En sus puertas, todos los santos días desde dieciocho santos años, llueve o truene, su dueño saca a la vereda dos vetustas esfinges de madera, dos centinelas Degader.
Como pueden ver las criaturas aún vociferan, resistiéndose al paso del tiempo, escamosas como cadáveres vivientes. Cuesta creer que aún funcionen. No están totalmente originales, una de ellas tiene un parlante Jahro y los tweeters son los HFP-2001 “plus” de Leea. Al woofer original de una de ellas, le falta literalmente una cuarta parte del cono, y el bravucón sigue gritando.
Larga vida a las Degader, larga vida a la Historia.!!!!!!!
Deshubicado lo has, pibe, que es tan argentino como el tango, ¿viste? 
SI!!!! En ese momento Este señor, parecia ser un amigo, que pedia ayuda y de buena persona, a veces uno termina siendo boludo, yo le daba una mano con sus pedidos (teoricamente solo lo sabriamos nosotros 2) Nunca imagine lo que pasaria despues... Ya e esa altura estaba buscando novio para esas Anubis, pues como no lo sabias, ahora te lo digo. Asi que me venia bien hablar bien de mis Mierdas de parlantes.