hailing escribió:Petimetre:
No sé si te has percatado que tus palabras no hacen sino confirmar mi aserto. Dices que " la supuesta autonomía fianciera..". Esto es, los Ayuntamientos no tienen autonomía financiera -efemismo para manifestar que carecen de recursos económicos-, luego tienen que buscar vías altrnativas de financiación y el urbanismo es la principal, o lo ha sido en los tiempos de la burbuja inmobiliaria.
No exactamente, la autonomía financiera tiene que ver, además con la asignación de gastos, y cuando parte de la financiación es finalista es difícil determinar esto último. Pero sí, la falta de recursos es un problema básico de los Ayuntamientos, provocado en buena parte por algunas de las cuestiones que mencionas más adelante.
Ello ha provocado una corriente especulativa atroz cuyo resultado, entre otras cuestiones, ha sido la corrupción municipal. Si esto te sorprende, vives en otra dimensión.
¿La necesidad de financiación provoca la especulación? Durante los 90 los procesos especulativos de retención de suelo fueron de lo más habituales, y los Ayuntamientos estaban igual de caninos que ahora. Y la especulación no les ayudaba precisamente. Hay Ayuntamientos que han visto solares vacíos en el centro del pueblo mientras tenían que recurrir a argucias legales para no aprobar Lofts en la zona industrial. Y también hay quien se ha embolsado una pasta por una cosa y por la otra. Hacen falta ciertas condiciones previas para que eso funcione, en Valdemochuelo ya te puedes liar a recalificar suelo que te va a dar igual. No todos los Ayuntamientos son Marbella, al menos en mi Dimensión Ingenua
Supongo que tu interventor y tú sois absolutamente honrados,
En realidad somos un par de hijos de puta corruptos.
Es evidente que los ayuntamientos dan ahora unos servicios que nada se parecen a los de hace 25 años, o, sin comentario respecto a las ayuntamientos de la dictadura, obvio, no necesita explicación.
No me parece tan obvio. No cuando la forma de valorar la gestión municipal por parte de los ciudadanos puede ser que en la piscina del pueblo de al lado el agua está a dos grados más, que en el jardín de en frente de su casa han puesto arbustos en vez de una bonita pradera de césped o que no le dejas a un estudiante un aula en exclusiva porque le molestan el resto de los usuarios de la biblioteca. No es obvio y hay que explicarlo.
Pero no deja de ser obvio, que todos os amoldamos a nuestros ingresos NO A NUESTRAS NECESIDADES. Y, negar un gasto suntuario obsceno en la obra pública, y, singularmente en la de los Ayuntamientos resulta también ingenuo. He hablado de polideportivos, podría hablar de museos ferroviarios, de museos del minero, de ciudades de las artes y de la cultura que más que favorecer el desarrolo de las artes parece que su objetivo es el de preservar el nombre del jerarca y su mausoleo, estacioones y aeropuertos de Calatrava con una funcionalidad más que dudosa, una red de alta velocidad con parada y fonda una sistema d cercanías, en fin no quiero ser exhaustivo. Este país ha sufrido un ataque convulsivo y aguso de riqueza. Ahora en la resaca, hay que pagar los efectos de la resaca.
Ahí tienes razón. No estoy tan seguro acerca de lo de los ingresos y las necesidades, porque a veces la realidad es un poco más complicada, pero sí es verdad que se han hecho gastos absurdos y, peor aún, que en infinidad de ocasiones no se han valorado los costes de mantenimiento. Pero bueno, ahora se pone un ERE y a correr.
En este campo, los Ayuntamientos han sido unos adelantados, el voto se ha buscado por medio de la obra pública, financiada en su mayor parte por el urbanismo que ha posibilitado unos ingresos extras en cuantioss cantidades.
Entiendo que los políticos han buscado votos así. Ellos. Líbreme dios de defender a los políticos (solo me faltaba eso) pero ¿cómo los conseguían, en una tómbola? ¿Un concurso? ¿le dábamos el premio al más tonto y al más mentiroso?
La ausencia de una verdadera Ley de Financiación Municipal, en la que los ingresos de los Ayuntamientos no dependiesen del urbanismo, o de la capacidad del Alcalde -o de sus relaciones partidistas con el poder autonómico o central- es la causa principal de la corrupción en España. Por eso mantengo que se trata de una corrupcións sistémica, no ocasional, ya que está provocada por el status normativo.
¿Es que hay una falsa ley de financiación municipal? Vale, vale, es broma. Ya hay leyes sobre la financiación municipal, lo que hay que hacer es sacar adelante el Pacto Local y desarrollar un marco estable de competencias y financiación. Pero no, no comparto en absoluto que la corrupción sea producto del marco legal. En mi opinión la corrupción es un fenómeno eminentemente social, y tiene que esencialmente ver con la distribución de poder y los sistemas de control.
No olvides que en todos los Ayuntamientos donde se ha demostrado la corrupción -haberla la hay, en infinita mayor dimensión- se enconraba en el paisaje un intervento y un secretario. Sin palabras.
Claro, aunque solo sea por el hecho de que es una exigencia legal. Mira, eso sí es una obviedad.
Los Ayuntamientos han sido un actor principal en la cadena de especulación urbanística y de la corrupción que ello conlleva.
La especulación urbanística tiene dos momentos críticos, el de la calificación del suelo y el de la fijación del precio del dinero.
El segundo corresponde a la Banca. Ni de lejos a los gobiernos, desgraciadamente. A precio barato, mayor demanda, especulación. Es una regla de oro.
El primero, es cuestión municipal, mayormente, también intervienen los poderes autonómicos con las Comisiones de Urbanismo. Ese momento, el que la sabiduría popular califica de "recalificación" y, en términos supuestamente técnicos se denomina "modificación de calificación urbanística" -curioso eufemismo, mucho más claro el término recalificación que conlleva la noción de incremento patrimonial, ja, ja, la sabiduría popular, como siempre se impone-, es clave por él, un suelo que valía poco más que nada, pasa a tener un valor astronómico. ¿Cómo no va a haber tendencias especulativas y corruptoras en este momento?
Sigues sin demostrar nada. Decir que la “especulación urbanística tiene dos momentos críticos” puede ser muy interesante, pero ¿Cuál es la relación causal entre una cosa y la otra? ¿Cualquier sistema en el que haya dinero barato y sistemas de gestión urbanística genera especulación? No sé qué me da más miedo de ello, el panorama que supondría o las supuestas medidas para resolverlo.
Por tanto, la necesidad de financiación de los Ayuntamientos, junto con la especulación que ello supone es una causa y a la vez manifestación de la burbuja inmobiliaria…
Y dale…
… y, por ende, de la aparición de un urbanismo salvaje e irracional. Lo malo no son los P.G.O.U., sino la competencia desmedida que otorgan a los Ayuntamientos, la Administración más cercana y, por tanto, la más susceptible de ser presionada. Y, en este caso, la presión supone una especulación brutal del suelo y la carencia real de los Ayuntamientos para frenar esa especulación, convirtiéndose en impulsores de la misma.
Aquí si hay algo cierto, la situación de los Ayuntamientos les impulsa a crecer como forma de mantener un equilibrio presupuestario. Eso, y la falta de una gestión estratégica más inteligente ha conducido a una política generalizada de crecimiento urbano. Pero no hay que confundir eso ni con burbujas, ni con especulación ni con corrupción. Son cosas diferentes y, si me apuras, me da más miedo la primera que las otras.
Es obvio que en este proceso ha ahbido múltiples beneficiados, incluidos numerosos gangsters, pero no debe desconocerse el origen, LA OPERACIÓN DE RECALIFICACIÓN.
Entonces ¿eliminamos los sistemas de gestión del suelo? Más o menos es como cortarte el cuello para que no te duelan las muelas. El problema es que una mala definición de la situación te lleva a un callejón sin salida. Por eso venzo mi natural apatía funcionarial y escribo tanto.
Mejor nos hubiera ido si las competencias sobre Urbanismo hubiesen residido en una Administración más lejana y menos proclive a los vaivenes de la presión ciudadana.
Ya sé que hay una corriente en esa dirección. Yo no soy partícipe de ella. Habida cuenta de que las Comunidades Autónomas tienen ya un papel principal en la aprobación del urbanismo municipal (básicamente, si no lo aprueba la CCAA te jodes) ¿a dónde llevarías las competencias? ¿al Ministerio? Pues nos puede salir la torta por un pan. Desde hace años los municipios están tratando de modernizar sus formas de gestión y de toma de decisiones entendiendo que son entidades que tienen que jugar en un entorno competitivo y colaborativo dentro de un sistema de ciudades. Aún queda mucho, pero a veces se ven cosas interesantes. Yo creo que lo que hay que hacer es acercar el ámbito de decisiones al ciudadano para que este pueda participar, y al mismo tiempo establecer todos los sistemas de garantías necesarios, no alejarlo a un ámbito donde apenas se tiene conocimiento de la realidad local.
Saludos cordiales.