Klaatu escribió:Una bala a mí me salvó la vida: generando fuego en una complicada condición de -25°C.
Cuenta, cuenta (en otro hilo, para no fastidiar a Rubius; por ejemplo de armas en "Cambio de avatar")
Saludos
Patagonia argentina, padre e hijo, trasladándonos a pié luego de una jornada de pesca, no serían más de 7 Km de caminata, había sido una sesión piscatoria cortitena casi "tocate y fuga", así que imaginá que no teníamos más que cañás, moscas y un par de fósforos. Con una temperatura que jamás descendía de los -10°C (maomeno, pasaron años ya), y normalmente a esas horas (mañanita) estaba por encima de 0° y más, muy muy agradable, lógico era no estar tremendamente abrigado. Como decía, ya antes del regreso había comenzado una lluvia ténue que fue disipándose en la medida que la temperatura caía a lo loco, cielo nublado recontra nublado tipo noche, no quedaba más que regresar al campamento.
Ese trayecto de tan solo 7 Km nos demandaba unas dos horas, caminado super rápido teniendo en cuenta la zona boscosa, árboles caídos interrumpiendo el paso, arroyos, piedras, etc lo normal en esos lares. LLegando a un claro en que la vegetación mermaba fusionándose con el lecho rocoso y en parte seco de un arroyo, lo miro a mi papá y veo su barba y bigote bancos blancos, lógico: lluvia y frío resultan en hielo, le digo: "¿Tá freshquito no?"
, qué mierda! dolía respirar!, marche un fuego improvisado urgente!! ¿y con qué?, todo mojado-congelado, venga paca' ese permiso de pesca de cartón, los tres últimos fósforos que de casualidad estaban entre las cosas de pesca (y aunque resulte increíble mi viejo siempre fumó toda la vida como una locomotora, hasta murió por ello pero, justo, pero justito ese día no vá que se olvida los cigarrillos y el encendedor en el auto, un Ford Falcon, pero no verde!
), entonces... miserable cartoncito, tres fosforitos, algunas ramitas más mojadas que secas y un poco de madera podrida que rasqué del hueco de un tronco caído (a esa madera le decíamos "pollito", porque es propiamente como la carne de pollo, el mismo color y aspecto, muy muy blanda y "desarmadiza", tanto que se desgrana muy fácilmente con la manos), madera esta que sí estaba bien bien seca. Lo que sigue lo entenderán bien aquellos que han tratado de hacer algo a la intenperie y con la manos congeladas (como encarnar una mojarra, y también encarnarse el propio dedo de una mano sin el menor dolor ni sensación alguna
), si, tremendamente complicada la sencilla acción de encender un fósforo y más si son de esos tipo "cerillas"; primer intento: fósforo enciende, pero el cartón parecía ignífugo!, antes de usar el segundo fósforo mi viejo recuerda que un par de días antes había utilizado el plomo de una bala (un pedacito nomás) para darle un poco de peso a una mosca (señuelo de pesca, digamos) que había atado o reformado, no recuerdo, pero él sí se acordó que ahí taba la bala, alicate por medio y a desarmar, expolvorear (nunca mejor dicho) sobre el cartón que ahora estaba bien bien arrugado para que así se le pegara mejor la polvorita...
Durante todas estas acciones el cielo había comenzado a limpiarse y de a ratos asomaba el sol... jamás llegué a pensar (antes de ese día, claro) que el sol pusiese llegar a ser tan pero tan caliente, tanto que al sacarnos los guantes y orientar las manos al sol, la sensación era virtualmente de una estufa a no más de algunos centímetros.
...y con el segundo fósforo el ansiado fuego llegó, y emuló la mejor función de las válvulas: calentarrrrrrrrrrrrrr!
Increíblemente así como había llegado esa tremenda ola polar, se fue en cuestión de muy poco tiempo, tiempo durante el cual "cocinamos" nuestras manos y pies al fuego y, yo aún tenía un trozo de pan casero en el bolsillo de la campera, pan que tosté al fuego.. un manjar!
Horas después, ya en el campamento, nuestro amigo Guardaparques de la zona nos comenta que la temperatura había llegado a -25°C.
Moraleja: "Si no fumás, al menos portá un arma de fuego, ambos mayormente matan, pero a veces salvan vidas".
Se entenderá que tampoco era que ibamos a morir por no hacer un fueguito o por no tener una balita, pero que la hubiésemos pasado menos agradable, sin dudas.
Y además, no olvidemos que toda película en un comienzo debe atrapar e interesar más de lo que al final era la historia en sí (...y ahora no sabrán si lo que conté es verídico o ficcionado
).
PD: Don Klaatu, y también lo posteé aquí porque me place!