El imaginario popular atribuye a las diversas ciudades-estado de la Grecia clásica el origen de la democracia. Y ese mismo imaginario personifica en Leónidas I, diarca de Esparta, al héroe que defendió esa incipiente democracia frente a la amenaza de la tiranía representada por Jerjes I, gran rey del imperio aqueménida en la famosa batalla de las Termópilas que tuvo lugar en el verano de 480 a. C. dando inicio a la segunda Guerra Médica, y que la industria cinematográfica se ha encargado de hacernos creer que 300 aguerridos guerreros espartanos detuvieron durante 3 días el avance de una horda de un millón de persas.
Si dejamos a un lado el romanticismo y nos ceñimos a los hechos, veremos que el verdadero padre de la democracia en Grecia fue Clístenes de Atenas. Y si tenemos que buscar un héroe que luchó a sangre contra el imperio persa (y consecuentemente al que le deberíamos que sobreviviera el sistema democrático) llevando a la victoria a las polis griegas en la mencionada guerra médica, llegaremos a la inequívoca conclusión que la figura que debería representar al verdadero valedor del nuevo e incipiente modelo político no fue Leónidas.
A ver si alguien se atreve a aventurar un nombre......
¿ A que tampoco lo sabías ?
¿ A que tampoco lo sabías ?
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
Testícoles?
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
Muy bien Neemo



En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
Μολὼν λαβέ
El mito de Leónidas I
https://es.wikipedia.org/wiki/Le%C3%B3nidas_I
fue inmortalizado en el mismo campo de batalla donde dejó su vida con una estatua de bronce :
https://maps.app.goo.gl/vyGtxfXPwCAeBxcL9
en cuya base reza el famoso epígrafe de "ven a por ellas", que según Plutarco es la respuesta de Leónidas a Jerjes cuando éste le invitó a rendir sus armas antes de la batalla.
https://es.wikipedia.org/wiki/Molon_labe
Aunque la culminación de su apogeo se lo debemos especialmente a Zack Snyder y su magnífica película 300.
Leónidas lidero un destacamento de varias polis griegas para enfrentarse, o por lo menos frenar, la amenaza de la tercera invasión aqueménida, en la famosa batalla de las Termópilas, dando inicio a la segunda Guerra Médica.
Pero ni eran 300 ni combatieron contra un millón. Estimaciones modernas cifran el ejército de tierra de Jerjes I en unos 150.000 efectivos de infantería y unos 30.000 de caballería, mientras que el contingente griego lo podemos cuantificar entre 5.200 hoplitas (Heródoto) y 7.200 (Diodoro), de los que solo 300 eran de Esparta.
Además, Leónidas perdió la batalla. Solo retrasó el avance persa una semana. Y es por eso que el héroe que salvó el futuro de la democracia* occidental frente al avance de la tiranía no lo deberíamos de personificar en el rey espartano. En cambio, si que hay otro personaje que se ganó a pulso ese honor, y que no es otro que el que nos apuntaba el disléxico Neemo, el ateniense Temístocles
https://es.wikipedia.org/wiki/Tem%C3%ADstocles
y no solo por sus campañas militares (que también). En sucesivos posts iré documentando parte de la interesantísima vida de este personaje, al que los occidentales le debemos tanto.
*El término democracia hace 2.500 años era un poco peculiar, pues no olvidemos que, por ejemplo, la esclavitud era una práctica habitual en las polis griegas, y muy especialmente en Esparta.
El mito de Leónidas I
https://es.wikipedia.org/wiki/Le%C3%B3nidas_I
fue inmortalizado en el mismo campo de batalla donde dejó su vida con una estatua de bronce :
https://maps.app.goo.gl/vyGtxfXPwCAeBxcL9
en cuya base reza el famoso epígrafe de "ven a por ellas", que según Plutarco es la respuesta de Leónidas a Jerjes cuando éste le invitó a rendir sus armas antes de la batalla.
https://es.wikipedia.org/wiki/Molon_labe
Aunque la culminación de su apogeo se lo debemos especialmente a Zack Snyder y su magnífica película 300.
Leónidas lidero un destacamento de varias polis griegas para enfrentarse, o por lo menos frenar, la amenaza de la tercera invasión aqueménida, en la famosa batalla de las Termópilas, dando inicio a la segunda Guerra Médica.
Pero ni eran 300 ni combatieron contra un millón. Estimaciones modernas cifran el ejército de tierra de Jerjes I en unos 150.000 efectivos de infantería y unos 30.000 de caballería, mientras que el contingente griego lo podemos cuantificar entre 5.200 hoplitas (Heródoto) y 7.200 (Diodoro), de los que solo 300 eran de Esparta.
Además, Leónidas perdió la batalla. Solo retrasó el avance persa una semana. Y es por eso que el héroe que salvó el futuro de la democracia* occidental frente al avance de la tiranía no lo deberíamos de personificar en el rey espartano. En cambio, si que hay otro personaje que se ganó a pulso ese honor, y que no es otro que el que nos apuntaba el disléxico Neemo, el ateniense Temístocles
https://es.wikipedia.org/wiki/Tem%C3%ADstocles
y no solo por sus campañas militares (que también). En sucesivos posts iré documentando parte de la interesantísima vida de este personaje, al que los occidentales le debemos tanto.
*El término democracia hace 2.500 años era un poco peculiar, pues no olvidemos que, por ejemplo, la esclavitud era una práctica habitual en las polis griegas, y muy especialmente en Esparta.
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
Le debemos mucho, no solo la democracia. Si analizamos su historial político/militar, encontraremos multitud de actitudes y conductas que seguimos viendo hoy en día en muchos de los políticos que desafortunadamente rigen nuestras vidas.
Nacido alrededor de 524 a.C. en Atenas, podemos decir que su vida la tenemos bastante bien documentada, ya que es uno de los personajes sobre los que Plutarco escribió en sus Vidas paralelas, y de sus gestas militares tenemos los textos de autores contemporáneos suyos como Tucídides o Heródoto.
De origen relativamente humilde, vivía en el barrio de los inmigrantes de Atenas, fuera de los muros de la ciudad. Eran tiempos convulsos en Atenas, en los que gracias a una conspiración entre Clístenes y Esparta se logró echar con las armas al tirano Hipias. La jugada le salió mal a Clístenes, pues las familias nobles de Atenas eligieron a un tal Iságoras como gobernante. Lejos de resignarse, Clístenes propuso al pueblo de Atenas el concepto de democracia, con lo que se consiguió expulsar a Iságoras del poder, que por aclamación recayó en Clístenes, y así pudo llevar a cabo su reforma.
Fue gracias a esta reforma democrática que hombres como Temístocles tuvieran la posibilidad de acceder al poder. Y dicho y hecho, pronto se puso a trabajar. Se mudó a un barrio comercial ya intramuros, y como nos cuenta el escritor e historiador británico Tom Holland : “Cortejaba a los pobres, quienes, no acostumbrados a esto, debidamente le devolvían su afecto. Frecuentando las tabernas, los mercados, los muelles, dejándose ver donde ningún político habría pensado hacerlo, asegurándose de no olvidar el nombre de uno solo de sus votantes. Temístocles clavó sus miras en un electorado radicalmente nuevo”.
Arduo y acertado trabajo que pronto le dio sus frutos : en 493 a. C. fue elegido cabeza visible del gobierno ateniense.
Nacido alrededor de 524 a.C. en Atenas, podemos decir que su vida la tenemos bastante bien documentada, ya que es uno de los personajes sobre los que Plutarco escribió en sus Vidas paralelas, y de sus gestas militares tenemos los textos de autores contemporáneos suyos como Tucídides o Heródoto.
De origen relativamente humilde, vivía en el barrio de los inmigrantes de Atenas, fuera de los muros de la ciudad. Eran tiempos convulsos en Atenas, en los que gracias a una conspiración entre Clístenes y Esparta se logró echar con las armas al tirano Hipias. La jugada le salió mal a Clístenes, pues las familias nobles de Atenas eligieron a un tal Iságoras como gobernante. Lejos de resignarse, Clístenes propuso al pueblo de Atenas el concepto de democracia, con lo que se consiguió expulsar a Iságoras del poder, que por aclamación recayó en Clístenes, y así pudo llevar a cabo su reforma.
Fue gracias a esta reforma democrática que hombres como Temístocles tuvieran la posibilidad de acceder al poder. Y dicho y hecho, pronto se puso a trabajar. Se mudó a un barrio comercial ya intramuros, y como nos cuenta el escritor e historiador británico Tom Holland : “Cortejaba a los pobres, quienes, no acostumbrados a esto, debidamente le devolvían su afecto. Frecuentando las tabernas, los mercados, los muelles, dejándose ver donde ningún político habría pensado hacerlo, asegurándose de no olvidar el nombre de uno solo de sus votantes. Temístocles clavó sus miras en un electorado radicalmente nuevo”.
Arduo y acertado trabajo que pronto le dio sus frutos : en 493 a. C. fue elegido cabeza visible del gobierno ateniense.
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
Además de político, Temístocles era militar. La primera campaña importante en la que participó fue la batalla de Maratón, en septiembre de 490 a. C., en la que probablemente era uno de los diez strategoi o generales, entre los que destacaba Milcíades, y todos ellos encabezados por Calímaco.
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Marat%C3%B3n
Heródoto nos narra que luchó valerosamente en la batalla, pero poco más sabemos de su intervención en la misma. Lo que si parece evidente es que el haberla vivido en primerísima persona le hizo ser consciente de la importancia de disponer de una buena armada para combatir al imperio aqueménida en guerras venideras. El ejército de Dario contaba con entre 200 y 400 trirremes (según a que fuente leamos) en la batalla de Maraton, y seguro que Temístocles era consciente de esa abrumadora superioridad naval.
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Marat%C3%B3n
Heródoto nos narra que luchó valerosamente en la batalla, pero poco más sabemos de su intervención en la misma. Lo que si parece evidente es que el haberla vivido en primerísima persona le hizo ser consciente de la importancia de disponer de una buena armada para combatir al imperio aqueménida en guerras venideras. El ejército de Dario contaba con entre 200 y 400 trirremes (según a que fuente leamos) en la batalla de Maraton, y seguro que Temístocles era consciente de esa abrumadora superioridad naval.
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios
Re: ¿ A que tampoco lo sabías ?
En el año 483 a.C., Temístocles presento una propuesta que podríamos considerar como la más importante en todo este relato de "salvar" la democracia.
Como he comentado anteriormente, desde la batalla de Maraton que Temístocles estaba obsesionado en convertir a Atenas en una potencia naval. Ya años antes inició la construcción del puerto del Pireo para reemplazar el de Falero, que aunque más lejos de la polis disponía de tres puertos naturales y era fácil de fortificar.
Ese año las minas de plata de Laurion rindieron beneficios superiores a los esperados como consecuencia del descubrimiento de una nueva veta, cuantificados entre 50 y 100 talentos de plata, dependiendo de la fuente.
En los libros de historia nos cuentan* que Témístocles propuso dedicar esos ingresos extraordinarios a la construcción de una flota de 200 trirremes, para así poder hacer frente a un más que posible nuevo intento de invasión por parte del imperio aqueménida. Dicha propuesta era totalmente contraria a la de su rival político del momento, el arconte Arístides.
Y no era un rival baladí en este tema. Arístides proponía repartir esa plata de más entre los ciudadanos atenienses !!!!!!! lo que sería entre 10 y 20 dracmas por hombre !!!!!!!!
Aquí es donde Temístocles nos vuelve a demostrar su genio político. La defensa de su propuesta no fue la prevención del peligro persa. Había que buscar otra causa que motivara más al pueblo de Atenas. Y así lo hizo.
Cuando no estaban liados contra un enemigo extranjero o con los juegos olímpicos, el deporte nacional de las diversas polis griegas era matarse entre ellos. Hacía años que Atenas libraba un largo conflicto con Egina, la principal y más próspera isla del golfo Sanórico. Temístocles defendió a capa y espada la necesidad de contar con una buena armada para derrotar y mantener a raya a los eginetas, que continuamente estaban asolando las costas del Ática.
Por suerte para todos, y gracias a su (presunta) excelente oratoria, la propuesta de Temístocles fue aprobada con una gran mayoría, significando el principio del fin de la carrera política de Arístides. Y así los griegos pudieron hacer frente a la flota de Jerjes I tanto en la batalla de Artemisio, de la que hablaré en mi próximo post, como en la de Salamina, de la que también comentaré sus tretas.
Como decía al principio, la herencia de Temístocles la seguimos viendo hoy en día en multitud de nuestros políticos. Para que el pueblo te siga y te vote no sirven los argumentos lógicos, o la razón. Si quieres que te vote, o que apruebe tus propuestas, no puedes utilizar el raciocinio. Hay que apelar a sus emociones. Vamos, que el común de la gente no es cerebral, es pasional.
* Según nos cuenta el historiador Gerassimos Aperguis en su libro "Minas de Atenas, monedas y trirremes" la historia fue un poco distinta. Nos dice que la propuesta de Temístocles consistió en repartir los 100 talentos de plata entre los 100 habitantes más ricos de Atenas, con la condición de que cada uno de ellos construyera y aportara un trirreme a la ciudad, teniendo en cuenta que el coste de un trirreme se estima en dos talentos de plata. De todas las fuentes que he leído, ésta es la que me parece la más plausible, y por eso la expongo aquí a pie de página, ya que no es la que se suele explicar normalmente.
Como he comentado anteriormente, desde la batalla de Maraton que Temístocles estaba obsesionado en convertir a Atenas en una potencia naval. Ya años antes inició la construcción del puerto del Pireo para reemplazar el de Falero, que aunque más lejos de la polis disponía de tres puertos naturales y era fácil de fortificar.
Ese año las minas de plata de Laurion rindieron beneficios superiores a los esperados como consecuencia del descubrimiento de una nueva veta, cuantificados entre 50 y 100 talentos de plata, dependiendo de la fuente.
En los libros de historia nos cuentan* que Témístocles propuso dedicar esos ingresos extraordinarios a la construcción de una flota de 200 trirremes, para así poder hacer frente a un más que posible nuevo intento de invasión por parte del imperio aqueménida. Dicha propuesta era totalmente contraria a la de su rival político del momento, el arconte Arístides.
Y no era un rival baladí en este tema. Arístides proponía repartir esa plata de más entre los ciudadanos atenienses !!!!!!! lo que sería entre 10 y 20 dracmas por hombre !!!!!!!!
Aquí es donde Temístocles nos vuelve a demostrar su genio político. La defensa de su propuesta no fue la prevención del peligro persa. Había que buscar otra causa que motivara más al pueblo de Atenas. Y así lo hizo.
Cuando no estaban liados contra un enemigo extranjero o con los juegos olímpicos, el deporte nacional de las diversas polis griegas era matarse entre ellos. Hacía años que Atenas libraba un largo conflicto con Egina, la principal y más próspera isla del golfo Sanórico. Temístocles defendió a capa y espada la necesidad de contar con una buena armada para derrotar y mantener a raya a los eginetas, que continuamente estaban asolando las costas del Ática.
Por suerte para todos, y gracias a su (presunta) excelente oratoria, la propuesta de Temístocles fue aprobada con una gran mayoría, significando el principio del fin de la carrera política de Arístides. Y así los griegos pudieron hacer frente a la flota de Jerjes I tanto en la batalla de Artemisio, de la que hablaré en mi próximo post, como en la de Salamina, de la que también comentaré sus tretas.
Como decía al principio, la herencia de Temístocles la seguimos viendo hoy en día en multitud de nuestros políticos. Para que el pueblo te siga y te vote no sirven los argumentos lógicos, o la razón. Si quieres que te vote, o que apruebe tus propuestas, no puedes utilizar el raciocinio. Hay que apelar a sus emociones. Vamos, que el común de la gente no es cerebral, es pasional.
* Según nos cuenta el historiador Gerassimos Aperguis en su libro "Minas de Atenas, monedas y trirremes" la historia fue un poco distinta. Nos dice que la propuesta de Temístocles consistió en repartir los 100 talentos de plata entre los 100 habitantes más ricos de Atenas, con la condición de que cada uno de ellos construyera y aportara un trirreme a la ciudad, teniendo en cuenta que el coste de un trirreme se estima en dos talentos de plata. De todas las fuentes que he leído, ésta es la que me parece la más plausible, y por eso la expongo aquí a pie de página, ya que no es la que se suele explicar normalmente.
En toda empresa hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar : aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes; aumentad la segunda y seréis temerarios