Y si paso con Godzilla y Stargate, se dejaba entrever en El día después de mañana y se podía intuir en El día de la independencia, aquí en esta fábula absolutamente dispar, innecesaria y soporífera. 10.000 a.C. es la historia de una tribu en esos período que cazan mamuts cuando reciben a una refugiada de ojos azules que escapa de unos “demonios de cuatro piernas”, que quedan en la historia como una profecía a cumplirse a largo plazo.
Si hasta aquí los efectos digitales no aparecen y la voz de Omar Shariff en off (que parece una voz de Austin Powers) no aburrió al espectador, no hay porque entusiasmarse. Lo que viene es peor. Los chicos crecen, los de a caballo demoníacos llegan y antes que alguien pueda decir “me hace acordar a Apocalypto” estamos metidos en una historia sin progresión dramática, que avaza por los cuatro climas, que está todo el tiempo jugando a lo fantástico para negarlo, para en el final aceptarlo de la manera más inverosímil posible. Ni la aparición de un Tigre dientes de sable pobremente hecho, ni una manada de mamuts justifican el tiempo que se pierde en la butaca de cine.
Emmerich podría decir que esta es una suerte de precuela de Stargate pero sin ningún talento, lo que habla a las claras de que hay directores que en lugar de avanzar sufren graves involuciones. La tendencia a la exageración habitual en el germano encuentra un contrincante de peso ante la falta de ideas y de creatividad de esta historia que no la suplen la ayuda que pueda darle en el guión y el hasta ahora compositor de bandas sonoras y hoy coguionista Harald Kloser.
Intentar rescatar actores, imágenes o escenas es solo una necesidad que se hace presente cuando la condena de una película es muy grande, situación que aquí no sucederá ya que todos se merecen las pullas que reciban por este pecado cinematográfico.
Puntaje.
Historia:4
Actuaciones : ????????
Sexo: 0
Entretenimiento:1
