Un brindis por los caídos (bueno, "el" caído) que a partir de esa fecha, vió cómo sus vergüenzas quedaron estampadas como mosca cojonera contra el muro inflexible de Matrix-HIFI.
Saludos a nuestro querido Miguel Angel Bortolotto, sin cuya inestimable ayuda no nos podríamos haber descojonado tanto durante tanto tiempo.
Una historia inolvidable que quedará en los anales de MatrixHiFi y en el ano de Miguelito.


slds, Marcelo